
Comparador Seguros de vida

En este nuevo mundo de ciberdelincuentes, cibervándalos, hackers, crackers, spywares, malwares, gusanos, troyanos, exploits… el sector asegurador tiene mucho que decir, se crean las ciberpólizas.
Al igual que ocurre con los seguros del Coche o para la casa , cada compañía tiene total libertad para diseñar sus productos como mejor crea conveniente, incluyendo o excluyendo las coberturas que vea oportunas. Por eso, las pólizas pueden variar de una aseguradora a otra. ¿De qué suelen proteger o qué tienden a incluir estos seguros?
- Estas pólizas ofrecen protección frente a los daños derivados de la alteración, modificación, destrucción o pérdida de información y datos a raíz de ciberataques externos.
- Robo y/o pérdida de archivos, de ordenadores portátiles, elementos de memoria externa como USBs.
- El acceso de personal laboral a información confidencial.
- Incumplimiento de la legislación de protección de datos (LOPD).
- Ciberamenazas: se incluyen en esta categoría la violación de datos e información de carácter privado así como reclamaciones sobre la seguridad de la red, piratería o gastos de restauración. También incluye pagos electrónicos, gastos de comunicación de crisis y servicios de consultoría.
- Acceso a un equipo de gestión de crisis.
- Cobertura económica.
“La filial bancaria de la cadena británica de supermercados Tesco, Tesco Bank, tuvo que suspender el 7 de noviembre todas las transacciones online tras descubrir cómo el dinero de 20.000 cuentas corrientes se esfumó en el mayor ciberataque ocurrido en Reino Unido. Varios bancos rusos fueron víctimas, a principios de noviembre, de un ciberataque lanzado desde miles de ordenadores pirateados en más de 30 países….
Más recientemente, el 22 de noviembre, se conoció que un grupo de ciberdelincuentes atacó de forma remota varios cajeros automáticos en más de una docena de países europeos, entre ellos España; las máquinas empezaron a lanzar billetes sin control.
Ese mismo día, Sivasa, la filial de tasaciones hipotecarias de Santander, denunció a la policía y a la Agencia de Protección de Datos el acceso ilícito a sus sistemas informáticos. El 24 de noviembre, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) alertó de la suplantación de identidad (phishing) propagada a través de correos electrónicos simulando proceder de Abanca con el objetivo de obtener los datos de acceso a la banca online y las tarjetas de crédito.
Esta retahíla de datos se han recopilado en menos de un mes de informaciones de la prensa española, y solo de las páginas financieras, lo que da una idea de lo extendido del cibercrimen que, según algunas estimaciones, mueve ya más dinero que el narcotráfico.
que se alcanzó en 2012, con nada menos que 3,6 millones de euros.
“El único sistema seguro es aquel que está apagado y desconectado, enterrado en un refugio de cemento, rodeado por gas venoso y custodiado por guardianes bien pagados y muy bien armados. Aún así, yo no apostaría mi vida por él”. La cita es de Eugene Spafford, profesor de ciencias informáticas en la Universidad Purdue (Indiana, EEUU) y experto en seguridad de datos; y la utilizó recientemente Ángel Vallejo, responsable de Relaciones Institucionales de Thiber, en una jornada organizada por ICEA, para ejemplificar los peligros a los que está expuesto actualmente la economía global por el uso (mal uso) de las Tecnologías de las Información y la Comunicación (TIC).
El desarrollo de las TIC viene de lejos, pero el año 2000 marcó un antes y un después en la toma de conciencia de los nuevos riesgos. El mundo se iba a apagar; una amenaza que sirvió para poner sobre la mesa de análisis la situación de dependencia de la industria y la economía de la tecnología de la comunicación e información.
Ese incremento de la toma de conciencia ha provocado que las compañías que utilizan las TIC como herramienta principal para desarrollar su negocio, ante la amenaza de pérdidas de datos, acudan cada vez más a la externalización de riesgos, solicitando al mercado coberturas limitadas y sobre todo centradas en la responsabilidad civil asociada a los gastos de reclamación y a la responsabilidad ante terceros derivada de un fallo de seguridad de los sistemas informáticos. Son las ciberpólizas.
Hay otra dificultad para el desarrollo masivo de estos seguros: la reticencia de las propias empresas. Muchas temen que el análisis de la situación de los sistemas TIC de la compañía por parte de la aseguradora como paso previo a la contratación de la póliza sea demasiado intrusivo. En este punto entran en juego el cuestionario del seguro y el conocido como SAR (Situacional Awareness Report), que es un análisis de la situación en la que está la compañía antes de asegurarse.
Pese a estos obstáculos, y algún otro, como la propia naturaleza etérea del riesgo que a muchos les hace pensar que nunca serán víctimas de un ciberataque (es algo que solo le ocurre a los otros), el desarrollo de los ciberseguros no tiene vuelta atrás. De hecho, es uno de los productos de más rápido crecimiento en el mercado asegurador mundial. Según un reciente informe de PwC, alcanzarán los 7.500 millones de dólares en ventas anuales en 2020 frente a los 2.500 millones de 2016. El avance en cuatro años será de un 200%.”
Fuente:www.capitalmadrid.com
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