Se encuentra dentro de la teoría de la Web 2.0, donde enfatiza en un modo simple y abierto método de identificación en transacciones cuyo proceso es similar al mundo real, como por ejemplo una licencia de conducir.La identidad digital es lo que somos para otros en la Red o, mejor dicho, lo que la Red dice que somos a los demás. No está definida a priori y se va conformando con nuestra participación, directa o inferida, en las diferentes comunidades y servicios de Internet. Las omisiones, al igual que las acciones, constituyen también parte de nuestra identidad por lo que dejamos de hacer. Los datos, por supuesto, nos identifican. También las imágenes, su contexto y el lugar donde estén accesibles proporcionan nuestro perfil online.
La identidad digital, un concepto nacido a raíz de las nuevas tecnologías y foros sociales asociados a las mismas, ofrece ilimitados servicios y posibilidades de manera transversal, a la vez que multiplica los riesgos. De hecho, el fraude y la suplantación de identidad, situación en la que un tercero se apropia de la identidad de otra persona haciéndose pasar por ésta, son los que encabezan la mayoría de rankings de delitos online.
Dada la complejidad del tema, los expertos de DAS realizan las siguientes recomendaciones para una gestión segura y responsable de los perfiles que utilizamos en Internet:
- Crear un perfil responsable, es decir, valorar la utilidad que tiene el servicio online que queremos utilizar, valorar cómo protege los datos personales de los usuarios y tratar de utilizar dos identidades para la imagen personal y la profesional.
- Configurar la herramienta de privacidad y seguridad. Leer, comprobar y configurar correctamente la opción de privacidad y seguridad nos permitirá proteger al máximo toda la información y contenido que compartamos.
- Conceder acceso solo a personas que consideremos de confianza para controlar mejor la difusión de nuestros contenidos.
- Hacer un rastreo de la propia marca con la finalidad de tener controlada la información disponible sobre uno mismo y requerir la modificación o eliminación de la misma en caso necesario.
- Cerrar siempre la sesión del perfil al terminar, para evitar que terceros puedan acceder y utilizarla con fines maliciosos.
- Usar el sentido común cuando se publique una información y opinemos sobre terceros.
- Solicitar siempre permiso antes de utilizar datos de otra persona, aunque se trate de fotos o vídeos.
- Conocer los códigos éticos que aplica cada red social con el objetivo de hacer un correcto uso de ellas.
En caso de sufrir la vulneración de los derechos propios de usuario, se puede acudir a organismos especializados y canales de denuncia oficiales como son: los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, la Agencia Española de Protección de Datos y los Tribunales de Justicia competentes.
Fuente:wwww.adndelseguro.com