Con la gasolina por las nubes, conducir en marchas largas y evitar que el motor trabaje más de la cuenta pueden ser claves para llegar a fin de mes.
El Instituto para la Diversificacion y Ahorro de la Energía ha publicado una guía en la que nos ofrece varios buenos consejos para repostar con menos frecuencia:
- Arrancar el motor sin pisar el acelerador e iniciar la marcha de forma inmediata.No abusar de la primera marcha. Utilizarla tan sólo para el arranque.
- Circular siempre que sea posible en marchas largas. No superar durante demasiado tiempo las 2.000 revoluciones en los coches gasolina, o las 1.500 en motores diesel.Utilizar con mayor frecuencia la 4ª y la 5ª, incluso en ciudad, sin que con ello superemos los límites de velocidad.
- Mantener una velocidad más o menos constante. Evitar los acelerones, los frenazos y los cambios de marcha innecesarios.
- Para decelerar, levantar el pie y dejar rodar el coche. Frenar de forma suave y progresiva, y reducir de marcha lo más tarde posible. Para frenar, siempre que el espacio y la velocidad inicial lo permitan, detener el coche sin reducir de marcha. Respetar la distancia de seguridad nos será de gran ayuda.
- Apagar el motor si la parada supera el minuto.
- No transportar objetos en el exterior del vehículo, ya que aumentan su resistencia al aire. Evitar el equipaje u otros artículos sobre la baca cuando no sea estrictamente necesario.
- Mantener una temperatura en el interior del vehículo cercana a los 23 o 24 grados.
- Circular con las ventanillas subidas para evitar la resistencia al movimiento del vehículo y no añadir trabajo al motor.
- Verificar cada poco tiempo la presión de los neumáticos. Si están bajos, el consumo de carburante aumenta, su vida útil se reduce y la seguridad de los ocupantes se ve afectada.
- Emplear aceites sintéticos en vez de minerales. Reduce el consumo y alarga la vida del motor.